El próximo 12 de octubre, los países hispanoamericanos conmemoran el descubrimiento de América a manos del genovés Cristóbal Colón y sus expedicionarios españoles.
En el año de 1492, el 3 de agosto, desde Palos de Moguer, a bordo de la Pinta, la Niña, y la Santa María, y con la teoría de que la tierra era redonda, Colón emprendió una nueva ruta comercial para llegar a las Indias. Esta vez con dirección hacia el oeste, atravesando el Mar Atlántico.
La expedición financiada por los reyes católicos de España, Isabel y Fernando, finalmente en ese mismo año tocó tierra firme, sin imaginarse siquiera que habían llegado a tierras desconocidas por los europeos, lo que le llevó a Cristóbal Colón a ser reconocido como el descubridor de un “Nuevo Mundo” llamado América.
¿Fue el descubrimiento algo positivo para América?
La figura de Colón y su hazaña, en un comienzo se destacó como algo bueno para el nuevo continente, con el descubrimiento de América, el interés por venir a explorarlo se despertó en toda Europa, y en adelante muchos fueron los conquistadores que empezaron a llegar a tierras americanas.
Con ellos llegaron, los idiomas, el español entre otros, algunos productos agrícolas desconocidos en estas tierras, los animales domésticos como el caballo, las herramientas, la religión católica, y muchas otras cosas más, que poco a poco fueron contribuyendo al renacer de otra cultura, de otras razas y de otra sociedad.
De hecho, según el portal Cultura Colectiva, al enseñarnos sobre la llegada de Colón a América suele incluirse la idea de que Europa era el mundo avanzado y nosotros el salvaje, y que vinieron a traer la modernidad y el progreso.
Sin embargo, si bien es cierto que lo que somos hoy como pueblo, es el resultado de todo lo sucedido durante el periodo de la colonia, también es cierto que tenemos un sin sabor por todo lo que nos quitaron. Nuestros ancestros indígenas y negros africanos, bajo un encuentro sanguinario fueron sometidos y despojados de su riqueza humana y material.
Muy por el contrario, a lo que se creyó por muchos años, Colón lo que hizo fue abrir las puertas de América a una ola de ciudadanos colonizadores de España y de otros países como Holanda, Portugal, e Inglaterra, para que se apropiaran de todo lo que existiera en el nuevo mundo, y para que se declararan dueños absolutos de la humanidad indígena, para ser utilizados como esclavos y para que trabajaran en pro de ellos. Como mineros, buscadores de oro y como serviles fueron tratados nuestros indígenas.
Es de anotar que, con la llegada de los colonos, también llegaron las enfermedades. Las sociedades indígenas de América “fueron diezmadas por la exposición a las enfermedades del Viejo Mundo, desmoronándose bajo el peso de la epidemia”, escribió Perry en su artículo de opinión de CNN.
“Cuando la expedición de Colón llegó a la Isla de la Española, en las Antillas, también llegó la viruela, el sarampión y la gripe, enfermedades que hicieron que muchos aborígenes murieron a causa de estas”.
En 1492, había aproximadamente 250.000 indígenas en la española, pero para 1517, solo quedaban 14.000, según la Fundación de Investigación Médica de Oklahoma (OMRF, por sus siglas en inglés).
Algunos historiadores creen que el impacto de los colonos europeos y africanos en el Nuevo Mundo posiblemente mató hasta el 90% de las poblaciones nativas y fue más mortal que la peste negra en la Europa medieval dijo la OMRF.
Reivindicación a los pueblos indígenas
Informa, France24, que, en América Latina, algunos gobiernos han introducido cambios con los que han dejado claro que la fecha no es motivo de homenaje a los colonizadores, sino la oportunidad de reivindicar a los pueblos indígenas y su lucha por reivindicar sus derechos, riquezas y territorios. A “descolonizar” las narrativas que silencian las voces indígenas, apuntan las autoridades de algunos países de la región.
“La historia de hoy ya no es la de la invasión, aquella historia que cuenta que vino el héroe europeo Cristóbal Colón y nos dio la luz. Ahora ya asomamos los pueblos indígenas, ya existimos, pero lo hacemos en una relación de intercambio de culturas que no fue tal” Katy Betancourt Machoa, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) hasta 2017.
En todo el continente los pueblos indígenas luchan por el reconocimiento de sus identidades y formas de vida, así como defienden sus territorios y recursos naturales. Desde Chile a Canadá, incluidos Centroamérica y México, las comunidades indígenas levantan la voz para tomar en sus manos la historia, reinterpretarla y construir su presente, transformar las decisiones que les afectan a partir de la descolonización de los saberes, visiones alejadas del eurocentrismo, entre otros conceptos que cada día son más importantes.
Por eso, el 12 de octubre ha pasado de ser conocido como el Día de la Raza para convertirse en una jornada de lucha y reivindicación de los pueblos originarios.
En esta fecha se realizan diversas manifestaciones en toda América Latina para conmemorar el Día de la Resistencia Indígena, para reconocer la constancia, la lucha por su dignidad, la diversidad cultural y humana de los pueblos originarios del continente, informó CNDH.
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