El viernes pasado Leo Messi no tuvo uno de los mejores ratos, luego de que en el primer partido oficial que marcaba su regreso a la selección Argentina, tras el Mundial de Rusia el combinado de su país sufriera una aplastante derrota contra Venezuela. Y aunque el marcador 3-1, en el que Messi no pudo contribuir ni siquiera con un gol, le dejó mucha tristeza a la estrella del Barcelona, el fin de semana las cosas cambiaron para él y la pasó mejor, al asistir a un festejo con uno de sus mejores amigos y acompañado por sus grandes amores.
Así lo dejó ver Antonella Roccuzzo, esposa del argentino, quien a través de sus redes sociales compartió una imagen de Messi junto a sus dos hijos mayores: Thiago y Mateo, en la que los tres están vestidos igualitos, con pantalón y chaqueta azul oscura y camisa azul cielo.
Antonella estaba feliz además, pues fue la madrina de uno de los hijos del futbolista español y su esposa Daniella.
La imagen, que en solo unas horas superó los 2 millones de “likes” parecía digna de portada de revista, y es que la ocasión lo ameritaba, pues los Messi fueron invitados al bautizo de hijos del jugador Cesc Fàbregas, con quien Leo forjó una bella amistad estando en el Barca.
La familia de Messi en pleno atendió a la fiesta familiar, y se robaron el show con su propuesta de vestuario, que a pesar de seguir una misma línea es estilo, tuvo detalles individuales que le imprimieron más gracia y personalidad a los looks. El jefe de la familia optó por agregarle una fina corbata, el hermano mayor de los Messi-Roccuzzo agregó un pañuelo en el bolsillo de su chaquetón, mientras que el pequeño Mateo se inclinó por llevar unos tenis más informales.
“Bautismo Lia Capri Leonardo. Puro amor”, fue el comentario con el que Antonella acompañó la publicación, en la que además agregó una foto suya en un precioso jumpusit, una de la decoración del lugar y otra de su hijito mayor agarrado de la mano de la hija de Fábregas.
El bautizo de Lia, Capri y Leonardo tuvo lugar en el lujoso hotel Palace de Barcelona y estuvo amenizado con motivos alusivos a Disney.
La fiesta ha servido a Messi para pasar el trago amargo del descalabro que sufrió la albiceleste tras enfrentarse en el juego amistoso a la Selección de Venezuela, que demostró ser mejor en el terreno de juego con su propuesta de partido, y que además brilló con el resultado.