Leo Messi y una dura infancia: ¿cuanto mediría sin las hormonas que se inyectó?

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Getty Images

Lionel Messi observa el césped del estadio Santiago Bernabéu antes de un partido ante Real Madrid.

Recluido en su casa del exclusivo barrio de Castelldefels (Barcelona) por la cuarentena a la que se somete para evitar el contagio de coronavirus, Lionel Messi disfruta de un presente muy distinto al que le tocó vivir de niño. La infancia en su Rosario natal, sufrida por sus problemas de crecimiento, fue una etapa que lo marcó a fuego.

En este contexto, hay un protagonista que fue de vital importancia para que “La Pulga” pueda conseguir el ansiado estirón que, a pesar de que con su talento ya le sacaba ventajas al resto de los mortales, le permitió luchar físicamente con futbolistas de mayor porte. Y ese personaje es el endocrinólogo Diego Schwarzstein.

El Dr. Schwarzstein y Messi se conocieron cuando Leo daba sus primeros pasos en las inferiores de Newell’s Old Boys de Rosario, club del que es fanático y donde ha confesado que le gustaría retirarse del fútbol profesional. “Esa diferencia de altura que se ven en los videos de cuando tiene 9 años, antes del inicio del tratamiento, es la diferencia que se hubiese sostenido. Esa diferencia la verías con un tipo que mide 1,75 metros. Una hormona de crecimiento no sustituida le roba a un chico unos cuantos centímetros, entre 10 y 15 aproximadamente. Si Leo hoy mide 1,70 m, sin el tratamiento hubiese medido como máximo 1,60 m”, detalló Schwarzstein diálogo con el sitio argentino Infobae.

Y sobre la realidad que vivía el mejor futbolista de la actualidad, agregó: “Es un chico que tenía un déficit de una hormona que es imprescindible para crecer con normalidad. Estas hormonas solamente le sirven al que le faltan. No es un tratamiento para ser alto, es para cubrir un déficit”.

Quizás por aquel tratamiento al cual se tuvo que someter de niño, Messi haya podido forjar la personalidad con la que afronta la vida y su carrera al más alto nivel mundial. Si quería convertirse en un futbolista de élite, Leo debía someterse una vez al día, rigurosamente, a las inyecciones en sus piernas.

Las hormonas se inyectan en un dispositivo muy similar al que usa un diabético para inyectarse insulina. Se pone, normalmente, antes de dormir. Si me preguntas si me quiero poner todos los días la inyección de lo que sea, te digo que no. Pero esto se aplica con agujas finitas, superfilosas, que generan alguna mínima molestia”, explicó Schwarzstein sobre el procedimiento que le sugirió al crack rosarino.

Frustrada su prueba en River Plate de Argentina pero ya instalado en Barcelona como elemento activo de las inferiores blaugranas, Leo continuó con el programa que, según los reportes de la época, aseguran que creció 29 centímetros en 30 meses. Un estirón que significó los 1,70 mts, su estatura actual.

Sin embargo, también hubo algunos “retoques” de los que se conocieron mayores detalles años atrás. Según el doctor catalán Josep Borrell, quien murió en 2013, Leo recibió un complemento para “cuidar los tendones” y realizó sesiones con el objetivo de “reforzar los cartílagos de sus rodillas”.

“Persevera y triunfarás”, reza un popular refrán. Y Leo puede dar fe de que, luchando por lo que uno anhela, es factible que uno consiga los resultados esperados. Casado con Antonela Roccuzzo, su compañera desde la adolescencia, y padre de tres hijos -Thiago, Mateo y Ciro-, el argentino disfruta las mieles del éxito y con el plus de haber dejado todo por estar donde está.

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