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Un caso de película conmociona a Corea del Sur. Se trata del suicidio de la joven atleta Choi Suk-hyeon, quien fue hallada sin vida en el mes de junio en el dormitorio de su equipo en la ciudad de Busan.
La prensa coreana exhibió evidencia que indicaría que la joven de 22 años se habría suicidado tras años de maltrato físico y psicológico por parte de sus entrenadores.
En uno de los últimos mensajes de texto que envió, le ruega a su madre que revele “los pecados de sus agresores”. Sus agresores eran quienes debían potenciar su rendimiento deportivo.
Choi Suk-hyeon era triatleta y había obtenido la medalla de bronce en categoría junior en los campeonatos asiáticos de triatlón en Taipei en 2015. “He sido agredida de forma tan violenta… que lloro todos los días”, se lee en una de las páginas de su diario.
La víctima realizó grabaciones de los momentos de los maltratos. La cadena YTN difundió ese material. En los audios se oye a uno de los entrenadores de la joven. El hombre la reta por el supuesto incumplimiento de la dieta: “Debes evitar comer durante tres días”. Además se oye el sonido de una bofetada.
El caso llegó a oídos del presidente del país, Moon Jae-in, quien pidió que se tomen “medidas rigurosas”. El caso pone de manifiesto una problemática que no es propia de ningún país, la exigencia a los jóvenes que atletas que sueñan con competir en los Juegos Olímpicos.
El ambiente deportivo lanzó una petición al gobierno para que se ocupe de llevar adelante una “profunda investigación”. El documento tiene más de 35 mil firmas.
Quejas sin respuesta
La prensa surcoreana dejó en claro que la atleta se había quejado ante las autoridades del Comité Olímpico Surcoreano (KSOC). En el mes de abril, pidió a los directivos que investigaran a los entrenadores que la habían maltratado. El organismo no se hizo lugar a ese requerimiento.
“Buscaba ayuda en muchas instituciones, pero todos ignoraban sus denuncias”, dijo a la agencia AFP un amigo de la víctima.
En 2019, la surcoreana Shim Suk-hee, doble medalla de oro en los Juegos Olímpicos en short-track, reveló que había sido víctima de de agresiones sexuales por parte de su exentrenador. El hombre ya había recibido una condena por otros delitos de índole sexual. Actualmente cumple una pena de diez años en prisión.
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