Hace unas semanas, Ricky Martin confesó abiertamente que la cuarentena en que se sumió el país y buena parte del mundo para frenar la expansión del COVID-19, estaba ocasionándole un daño emocional, y al llegar a los dos meses de encierro, el cantante escribió una carta a sus fans, donde reveló la montaña rusa por la que ha pasado durante los más de 60 días que lleva confinado con su familia.
“Hoy comienzo el día 60 desde que empecé mi cuarentena. No quería compartir la montaña rusa que este confinamiento ha sido para mí.
Pero dado que el foco en la televisión con respecto a este virus parece solo estar centrado en la importancia de mantener su sistema inmunológico fuerte, evitando hablar sobre la salud mental en momentos de crisis y las luchas que lo acompañan, decidí abrirme para dejarte saber que no estás solo”, comenzó diciendo el cantante en su carta, compartida en su Instagram, donde abrió su corazón.
“Las primeras dos semanas fueron increíblemente abrumadoras para mí. Me sentí paralizado. El duelo fue intenso. Estaba pasando por todas las fases: negación, ira, tristeza, aceptación, y luego regresé a la negación en una hora. Las cosas iban a ser diferentes y no podía hacer nada para evitarlo. Qué arrogante de mi parte. El tiempo que pasamos creando una estrategia para lo que sería el 2020 se colapsaba frente a nosotros. Lo que fue, nunca será. Para mí, ese fue un concepto difícil de entender”, agregó el astro boricua.
Martin agregó que estaba tratando de mostrarse enfalible ante sus hijos y su esposo, Jwan Yosef, pero luego entendió que ese no era un buen camino.
“Mi terrible y agotadora necesidad de actuar despreocupado y calmado en momentos de estrés frente a mi familia, para que no se alarmen, especialmente los niños, tampoco ayudaba. A eso, añádele la poca o mucha información, o más bien desinformación, que nos llegaba de parte de nuestros líderes. Obviamente, sentía que la cabeza me iba a explotar”, narró el intérprete de “La Mordidita”, destacando que poco a poco las cosas se fueron tranquilizando.
“Pasaron unos días y ya no sentía tanto aquella presión. Mi esposo me mostró algunas fotos de lo que sucedía en todo el mundo cuando nosotros (las personas) no estábamos. El mundo comenzó a sanar. Como que ahí pude ver el plan divino detrás de todo esto. Entonces, en mi mente, las cosas se aclararon. Comencé a sentirme menos ansioso. Pude trabajar un poco más, poco a poco”, dijo Ricky.
El puertorriqueño dijo sin embargo que trató de sacarle provecho a la situación y está listo para mostrar lo que resultó del encierro.
“Llamé a mi equipo y comencé a hacer música: mi productor en Miami, mi ingeniero en la ciudad de Nueva York y yo en Los Angeles. Aunque pensé que casi había terminado el proceso de grabación de mi álbum, sabía que esta pandemia y la tormenta de emociones me iban a ayudar creativamente. Sentía que lo que necesitaba era despertar. Ahora estoy loco por mostrarles (en cualquier momento) lo que hemos estado trabajando en estos tiempos extraordinarios”, concluyó Ricky.