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La calidad de la comida del McDonald’s siempre ha sido muy discutida. Si bien siempre se ha puesto en entredicho por la calidad de sus productos, lo que siempre ha quedado claro es que resiste el paso del tiempo.
Como muestra, la abuela de una usuaria de Tik Tok (@aly.sherb) quiso comprobar cuánto resistía una hamburguesa del McDonald’s. En concreto, una comprada en el año 1996. 24 años después, esta mujer de avanzada edad reveló cuál era su estado.
El resultado estamos seguros de que os sorprenderá… aquí tenéis el vídeo:
Según informa El Tiempo, la abuela no explicó qué le llevó a probar este experimento, pero sí que reveló que la hamburguesa llevaba guardada todo ese tiempo dentro de una caja de zapatos en un armario.
Sobre el estado de los alimentos, dijo: “Parece que las papas fritas podrían haberse caído debajo de tu asiento hace más o menos un mes y nunca se pudrieron.
Mc Donald’s responde ante oleada de acusaciones
Muchos usuarios de Twitter atacaron a McDonald’s, al considerar que si sus hamburguesas no se descomponían es porque estaban llenas de aditivos y de edulcorantes muy malos para la salud.
Ante tanta crítica negativa, la empresa americana de comida rápida emitió un comunicado en el que negaba el mito de que sus hamburguesas no se descompusieran:
“Para descomponerse se necesitan ciertas condiciones, específicamente humedad. Sin suficiente humedad, ya sea en los alimentos o en el medio ambiente, es posible que las bacterias y el moho no crezcan y, por lo tanto, la descomposición es poco probable”
“Si los alimentos están lo suficientemente secos, es poco probable que desarrollen moho o bacterias, o que se descompongan’’
“Mire de cerca: las hamburguesas que está viendo probablemente estén secas y deshidratadas, y de ninguna manera ‘son las mismas que el día en que se compraron’’
Un caso similar ocurrió en Islandia
En Europa, como en América del Norte, uno se puede encontrar un McDonald’s prácticamente “en cada esquina”. De hecho, sólo hay cinco países que no tienen ningún restaurante de esta comida de “fast food”.
Según explica RAC1, en Islandia, el último desapareció en 2009 a causa de la crisis económica que golpeó al mundo. El 31 de diciembre de 2009, Hjörtur Smarason quiso comprar el último menú vendido en el país para conservarlo, con el objetivo de comprobar si el mito de su conservación era cierto o no.
Después de tres años, comprobó su estado y vio que estaba perfectamente. Decidió donarlo al museo nacional del país, que a su vez decidió cederlo a un albergue. Gracias a esta estrategia, este sitio es muy frecuentado por turistas que buscan el último McMenú de la historia de Islandia. Aquí tienen una foto de cómo se mantiene:
