Han pasado ya dos semanas desde que R’Bonney Gabriel, la representante de USA, fue elegida por un panel de juezas como la nueva Miss Universo, y la controversia por su nombramiento parece no querer acabar.
Y es que mientras la nueva reina universal se ha dedicado a visitar programas de TV y escuelas, en su rol de líder mundial, en redes sociales no cesa la polémica por el que muchos han bautizado como presunto fraude.
La coincidencia entre los detractores de la elección de la Miss USA como Miss Universo es que sienten que la Miss Venezuela, Amanda Dudamel era la verdadera ganadora y que presuntamente el nombramiento de R’Bonney Gabriel fue motivado por asuntos comerciales, sin pruebas reales.
Pero esta no es la primera vez que se genera una controversia con la elección de una Miss Universo, y hace apenas dos ediciones, fue una latina, la Miss México, Andrea Meza, quien fue duramente atacada en redes, pues los televidentes sintieron que le “robaron la corona” a Miss Perú, Janick Maceta del Castillo.
La molestia por la coronación de la mexicana fue tal que incluso los detractores de la reina la bautizaron como “Miss Telemundo”, afirmando que el canal habría fraguado el inexistente fraude.
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Uno de los presuntos argumentos del “presunto fraude” era que como en Estados Unidos la amplísima mayoría de televidentes del canal son mexicanos, coronar a la reina mexicana presuntamente iba a atraer más anunciantes.
Pero fue la coronación de la Miss Universo 2009, Miss Venezuela Estefanía Fernández, la que más ampolla ha causado hasta ahora.
La hermosa reina sufrió en carne propia todo tipo de crueles ataques por un año, lleno de denuncias frontales de presunto fraude.
La reina, coronada en Bahamas el 23 de agosto de 2009, hizo historia al lograr el llamado “back to back”, recibiendo la corona de su paisana Dayana Mendoza y al convertirse en la Miss Universo más rechazada.
La queja de los seguidores del certamen era que la Miss Venezuela no figuraba dentro de las favoritas y y al final se impuso sobre la entonces Miss República Dominincana, Ada Aimé de la Cruz, la gran archifavorita de todos.
El rechazo fue tan grande, que los missologos de diferentes portales promovieron una campaña donde exigían su inmediata destitución, y afirmaban que el entonces dueño del concurso, Donald Trupm, había orquestado el triunfo como un “regalo” a Dayana Mendoza, sin prueba alguna.
La presidenta de la organización, Paula Shugart, incluso tuvo que desmentir las denuncias.
Al final Estefanía, con solo 18 primaveras, supo manejar las críticas y terminó su reinado ganando el aprecio de muchos que la rechazaron.