Ricky Martin fue acusado en Puerto Rico de violencia doméstica, en una demanda interpuesta ante los tribunales de la isla. Como respuesta, una jueza dictaminó una orden de alejamiento y la investigación del caso.
Así lo informó la policía puertorriqueña que indicó que el artista, uno de los más importantes de la música latina, no había podido ser localizado en su casa, situada en las playas de la capital San Juan, por lo que la orden de alejamiento no había podido ser entregada. Ricky Martin se encuentra en su residencia principal en Los Ángeles, donde se vio filmando un video musical para una nueva canción la última semana de junio.
Hasta ahora, el artista no ha dado declaraciones él mismo al respecto, aunque sus abogados emitieron un comunicado desmintiendo las acusaciones. Su hermano Eric Martin, uno de los más cercanos a Ricky, rechazó que el artista fuese culpable de nada y prometió que “la verdad pronto se va a saber”.
La noticia de que el astro boricua había sido acusado de violencia doméstica y que no era su esposo Jwan Yosef el que había puesto la denuncia sacudió a sus fans y al mundo del espectáculo latino. El cantautor, productor y empresario puertorriqueño es uno de los más respetados de la farándula de habla hispana y hasta la fecha su vida ha estado prácticamente libre de escándalos.
Según algunos medios puertorriqueños, el que presentó la demanda habría sido un sobrino del Ricky Martin de entre 20 y 21 años.
En el documento legal, donde se ha tachado su nombre por orden judicial, se asegura que Martin y el que presentó la denuncia habría habido una relación romántica y sexual durante siete meses. La supuesta víctima aseguró que él había terminado el romance, pero que Ricky Martin habría tomado mal la decisión y que le estaba acosando con llamadas constantes y visitas indeseadas a su casa. Además, afirmó que temía por su seguridad.
Lo que sigue son citas textuales del dictamen de la jueza puertorriqueña Raiza Cajigas Campbell.
“Las partes se relacionaron por 7 meses. Se separaron hace 2 meses, pero el peticionado no acepta la separación. Lo llama con frecuencia. Además, el peticionario lo ha visto merodeando su residencia en al menos 3 ocasiones. El peticionario teme por su seguridad”.
“la parte peticionaria demostró que existe una posibilidad sustancial de riesgo inmediato de maltrato”.
“Se ordena a la parte peticionada abstenerse de acercarse, molestar, intimidar, amenazar o de cualquier otra forma interferir con la parte peticionaria… abstenerse de realizar llamadas telefónicas y de enviar mensajes de texto o de voz a los números telefónicos personales, de trabajo, de familiares, amigos (as) de la parte peticionaria… Se hace extensiva además a correos electrónicos y redes sociales”.