Un video de vigilancia de una gasolinera es lo que comenzó a deshacer la historia del robo infame de los nadadores estadounidenses.
Medallistas Ryan Lochte, Jimmy FEIGEN, Gunnar Bentz, y Jack Conger estaban juntos después de una noche en una casa de hospitalidad cuando Lochte afirmó que fueron robados a punta de pistola por personas vestidas como policías.
ABC News informó, citando a una fuente de la policía brasileña, que “uno de los nadadores fue visto en imágenes de cámara de circuito cerrado rompiendo la puerta del cuarto de baño en la gasolinera y luchando con un guardia de seguridad” esa noche.
Usted puede ver el video aquí.
Globo.com, el sitio de noticias brasileña que lanzó el video, escribió: “Las imágenes de las cámaras de seguridad de una gasolinera en la avenida de las Américas, en Barra da Tijuca, al oeste de Río Zona, muestra el momento de confusión entre los nadadores y la seguridad del establecimiento. Según el video, salen del baño … y luego no son capaces de salir de las instalaciones de seguridad.”
El sitio de noticias dice: “Las imágenes también muestran uno de los nadadores que levantan sus manos mientras que frente a la seguridad. De acuerdo con la Policía Civil, los nadadores mintieron … Según Fernando Veloso, jefe de la policía civil, los atletas deben disculparse con Rio. ‘La única verdad es que ellos dijeron que estaban borrachos, dijo Veloso “.
El UK Daily Mail corrió otro video que muestra a los hombres regresando a la Villa Olímpica. Fue el segundo vídeo, y las inconsistencias en las historias de los hombres, que llevó a un juez brasileño para pedir que sus pasaportes sean congelados hasta que la policía podría averiguar lo que realmente sucedió.
Lochte ya había regresado a los Estados Unidos, sin embargo, donde continuó dando entrevistas insistiendo que los hombres fueron robados. Las autoridades brasileñas sacaron a Bentz y Conger de un vuelo el 17 de agosto para ser interrogados. Feigen aún se encuentra en Brasil.
Feigen también insistió que los hombres fueron robados en una entrevista con un periódico San Antonio. “Nos robaron a punta de pistola”, dijo, negando informes de los medios de un evento fabricado. “Parece que la gente asume que somos culpables.” Esa entrevista se produjo apenas minutos antes de que un reportero de ABC tuito que fuentes brasileñas dijeron que los hombres fabricaron la historia para esconder la pelea.