El atroz crimen de la pequeña Yuliana Andrea Samboní conmovió al mundo el pasado 4 de diciembre. A la pobre niña le hicieron todas las maldades imaginables. Pareciera que una mente monstruosa se ensañó con ella. La ultrajaron, la violaron. Su cuerpecito estaba lleno de mordeduras y laceraciones cuando lo encontraron. Desde el principio, el gran sospechoso era Rafael Uribe Noguera, quien tras todas las investigaciones realizadas por las autoridades colombianas resultó ser culpable del horrendo asesinato.
Rafael Uribe Noguera, es un arquitecto colombiano de 38 años, perteneciente a una familia de clase alta, quien secuestró a la niña de siete añitos, mientras jugaba en las afueras de su casa, en un barrio humilde de Bogotá.
Carlos Valdés, director del instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de Colombia dio a conocer que: “Terminados los análisis de laboratorio, así como las pruebas biológicas y genéticas, se puede decir, sin ninguna duda y con la mayor certeza científica, que hay material biológico que vincula a Uribe Noguera en la muerte y abuso sexual a la menor”.
De acuerdo a información que se ha filtrado a los medios, el pudiente arquitecto está buscando negociar con la fiscalía que no lo procesen por tortura y secuestro. Tendría que responder entonces por feminicidio y abuso sexual. Asimismo, se dice que busca con ese pacto que sus hermanos queden libres de cualquier cargo.
Por su parte, Luis González, director nacional de Fiscalías, aseguró que la acusación contra Uribe Noguera se daría en tiempo record, al revelar los avances de la investigación por el secuestro, tortura, violación y asesinato de la pequeña Yuliana Andrea Samboní. Con evidencias científicas, el ente acusador tiene una certeza irrefutable: Uribe Noguera fue el responsable del siniestro crimen. “Con las evidencias que tenemos, como los dictámenes de Medicina Legal, así como las cámaras y los testimonios, se tiene estructurada una teoría del caso y en tiempo récord se radicará el escrito de acusación”, dijo González.
Si bien es cierto que la acusación y posterior condena de Uribe Noguera, quien puede enfrentar hasta 60 años de cárcel, no va a devolverle la vida a la pequeña Yuliana, ni tampoco va a sanar el dolor de su familia, al menos se hace justicia ante un abominable crimen.