Esmeralda Pimentel y Erick Elías, protagonistas de “El Color de la Pasión. (Cortesía Televisa)
“El Color de la Pasión” llegó a su fin este lunes 6 de marzo y sus personajes nos llevaron en su último capítulo a transitar por un sube y baja de intensas emociones.
La historia protagonizada por Esmeralda Pimentel, Erick Elías y Claudia Ramírez, fue producida por Roberto Gómez Fernández para Televisa. El drámatico estuvo basado en una historia original escrita por José Cuauhtémoc Blanco y María del Carmen Peña.
En la hora final, Rebeca, la malvada villana de la historia transmitida por Univisión todas las noches a las 10 pm-9C, decidió acabar con su vida, Amador entró a la cárcel y la pareja protagónica conformada por Lucía y Marcelo al fin dieron rienda suelta a su amor. ¿Qué más sucedió? Te lo contamos a continuación:
1.Rebeca destila su último veneno
Claudia Ramírez, interpretó a Rebeca ( Cortesía Televisa)
Rebeca le recrimina a Lucía en su habitación, que ella se creía mejor que Nora, que se pensaba superior a ella. Mientras ésta, le dice que eso no es cierto, que jamás pensó eso, que ella la consideraba su hermana. La malvada le dice: “No, no era tu hermana”, entonces saca un arma y le apunta diciendóle “Adiós”, pero en un giro inesperado, se mete la pistola en la boca y se da un tiro.
Lucía llora desconsolada sentada en el piso, mientras mira el cadáver ensangrentado de Rebeca. Teresa llega a la habitación y se encuentra con la fatal escena. La abraza y la saca de allí.
Milagros apostó a la felicidad de su hijo (Cortesia Televisa)
Marcelo llega a la casa de su madre en Ciudad de México. Milagros cuando lo ve entrar le pregunta: “¿Y a tu madre no le vas a dar un abrazo? Gracias por estar aquí. Quería ver que estuvieras bien”.
Hablan y ella reconoce que siempre sobreprotegió a su hermano Federico, toma las cenizas de su hijo fallecido y se las entrega diciéndole que se las lleve y disponga de ellas como crea que a él le hubiera gustado. Entre lágrimas, Marcelo y Milagros por fin se reconcilian.
3.Amador llega a la cárcel
A la cárcel fue a dar Amador (Captura de pantalla)
El tramposo Amador al fin pago por todas sus fechorías. Como si se tratara de la marcha nupcial, lo vimos transitar por los pasillos de la cárcel hasta llegar a su celda. Allí lo esperaba para compartir el reducido espacio, Vinicio.
El delincuente (Vinicio) no perdió oportunidad y le dijo en tono sarcástico: “Qué hubo patrón y ¿todavía anda con esos humos? No va a pasar mucho tiempo para que se los bajen aquí.
Precisamente, en un día de visita en el reclusorio, Amador recibió a su esposa Brigida, quien le contó que tanto ella como su hijo estaban en aprietos económicos y que iban a vender las acciones de la fabrica a Marcelo Escalante. Amador al escuchar ésto, se ríe irónicamente y se va dejando a su mujer sentada.
4. Magdalena y Mario celebran a su hijo
Magdalena y Mario con su hijo (Captura de Pantalla)
Luego de una larga espera, Magdalena y Mario pudieron tener en brazos a su bebé. La emocionada máma que recibió de manos de una de las hermanas de la caridad al pequeño, de inmediato supo que su hijo tenía que llamarse Mario, como su padre.La pareja salió feliz cargando a su pequeño, y celebraron esa maravillosa oportunidad que les dió la vida de concretar su gran anhelo, de tener una familia completa. Mientras esto sucedia, la mamá de Marcelo, se dejó llevar por su amor de madre y buscó a Lucía para que se encontrara con su hijo.
Marcelo esparció las cenizas de Federico en el mar y cuando regresaba de hacerlo se encontró en el muelle con Lucía. En cuanto se vieron otra vez, se abrazaron y besaron frente al mar. Lucía le contó que fue Milagros quien le dijo donde estaba él. Se dió la dulce reconciliación y ambos se muestran decididos a darse otra oportunidad.
4. Lucía y Marcelo boda y felicidad
Trounfó el amor (Cortesia Univisión)
El gran día llegó para Lucía y Marcelo después de tantas tragedias y obstáculos, al fin llegaron al altar. Con muchos nervios, emoción y rodeados de sus familiares y amigos, la pareja selló su amor con un beso.La felicidad al fin le sonrió a la pareja, que se va a la playa a darle rienda suelta a sus sentimientos.
Entre tanto, vemos que en la casa dónde vivía Lucía, están Rebeca y Nora que se convirtieron en fantasmas y deambulan por ese lugar donde hicieron tantas maldades cuando estaban vivas. Madre e hija, no descansan en paz. Ese fue su triste final.
Las almas en pena de Rebeca y Nora deambulan por la casa (Cortesía Televisa)
