El presidente Donald Trump sigue insistiendo en construir un muro en la frontera con México. Según él, eso detendría el ingreso de inmigrantes indocumentardos y el flujo de drogas ilegales. El presidente dijo durante la campaña que el vecino del sur pagaría los gastos de construcción. Pero el gobierno mexicano ha sido enfático en que no lo hará, según el diario Excelsior. ¿Quién lo pagará entonces? Probablemente los mismos estadounidenses.
El presidente tuvo que dar marcha atrás ante la férrea resistencia mexicana. Los mexicanos han dicho claramente que no piensan pagar un centavo por un muro que miran como algo humillante y discriminatorio, informó El Comercio. Para llevar sus planes adelante, ha admitido que usará el erario y después buscará una compensación.
Pero no hay ninguna forma legal de obligar a los mexicanos a hacerlo. Aún así, Trump sigue insistiendo en que se encontrará una forma de hacerlo tal vez a través de un incremento en los impuestos de importación de productos mexicanos.
Trump también pudiera apuntar hacia dos elementos básicos en las relaciones bilaterales: el hecho de que el déficit comercial anual es de más $60, 000 millones y los $27, 000 millones anuales en remesas que los inmigrantes envían a sus familiares. En lo que a la tasa arancelaria sobre las importaciones respecta, aplicarle un arancel del 20% ageneraría cerca de 12 mil millones de dólares al año, que irían directamente a costear el muro. Pero esa propuesta está lejos de materializarse, informó Excelsior.
Según la mayoría de los especialistas, la construcción del muro pudiera costar $25,000 millones. Pero Trump ha dicho a la agencia Associated Press que, como buen empresario, puede hacerlo por menos de la mitad.
Sin embargo, la construcción del muro se encuentra en entredicho y pudiera desencadenar una crisis en el gobierno americano, si los fondos necesarios no son incluidos en el presupuesto próximo a aprobarse. Los legisladores demócratas se oponen al gasto y no hay unanimidad entre los republicanos. El mismo Trump parece estar teniendo dudas sobre la viabilidad del muro, según reportó en portal Salon.com.
Pero si de algún modo el presidente logra avanzar con sus planes, no hay duda que serán los contribuyentes estadounidenses los que van a pagar la cuenta.