Los ataques violentos en el metro de la ciudad de Nueva York se han ido volviendo episodios aterradores, que han ido aumentando en lo que va del 2022. Y en medio de los reportes de nuevas agresiones, la policía de Nueva York anunció el arresto de un peligroso sujeto al que estaban buscando tras dos ataques diferentes cometidos esta semana.
Así lo reveló el periódico NY Post, donde se aseguró que tras un intenso operativo de búsqueda, que incluyó circular imágenes del presunto agresor, el NYPD capturó a un hombre, identificado como Denzel Hodge, de 26 años.
El sujeto, quien vive en la avenida Miller, del vecindario East New York, en Brooklyn, fue detenido por unidades de policía el viernes por la noche.
Fuentes de la policía de Nueva York, según el Post, aseguraron que el hombre enfrenta cargos de agresión, amenaza, posesión criminal de un arma y acoso.
El primer ataque del que culpan al hombre detenido ocurrió el pasado 19 de febrero en la estación de tren Van Siclen Avenue 3, en el vecindario del presunto agresor, donde una mujer de 20 años fue golpeada por la espalda.
El hecho se registró hacia las 2:50 p.m., según dijo la policía, y terminó con la víctima recibiendo tres puñaladas en el estómago y el sujeto huyendo.
El segundo ataque tuvo que ver con una mujer de 77 años, quien fue apuñalada por la espalda en la estación Crescent Street de las líneas de J y Z en Cypress Hills, hacia las 8:10 a.m. el martes.
Ambos ataques se sumaron a una larga lista de agresiones violentas ocurridas en diferentes estaciones del sistema de transporte de la ciudad, que además incluyen otro apuñalamiento de una mujer de 68 años y el ataque a martillazos de una científica de Queens.
Ante la elevada violencia que ocurre en el subway de la Gran Manzana, el alcalde, Eric Adams reveló a principios del mes que implementarí un plan para hacerle frente a la criminalidad, y empezaría por abordar el problema de los desamparados y los enfermos mentales que se mueven en el sistema.
Parte del plan de seguridad del metro es sacar a los indigentes que duermen en los trenes, conectándolos con albergues y apoyo para personas con problemas mentales. Para ello, más de 30 grupos integrados por policías, trabajores sociales y siquiátras, están vigilando el metro.
Los índices de criminalidad en el sistema de transporte se han aumentado en más de 65%.