Un maestro oriundo de Fort Lauderdale fue detenido acusado de haber agredido sexualmente a un menor. El hecho habría tenido lugar el pasado 3 de octubre, luego de que Carlos Montero, de 46 años, contactara a su víctima a través de una app de citas.
La noticia fue confirmada por la Oficina del Alguacil de Broward. Carlos Montero daba clases en escuelas de Miami-Dade y Broward. El caso parece sacado de una de esas películas de terror en las que el ciudadano aparentemente perfecto esconde una doble vida.
Es que, tal como precisa el sitio de noticias Telemundo, Montero tenía una larga trayectoria en la docencia secundaria de Miami-Dade y Broward y había recibido varios premios y distinciones por su excelencia académica.
Como ya se dijo, Montero contactó al menor a través de una app de citas. La víctima declaró ante la Justicia que él le había aclarado al maestro en los chats previos al encuentro que era menor de edad. Pese a ello, el hombre forzó un encuentro.
La agresión sexual
Montero y el menor tuvieron un encuentro sexual. Si bien no fueron difundidos detalles de ese encuentro, según el testimonio del chico el maestro lo agredió sexualmente.
¿Cómo fue descubierto el agresor? Se sabe que los adolescentes, tarde o temprano, comunican lo que les pasa. Dan cuenta de sus angustias. Este caso no fue la excepción a la regla.
El menor tenía que presentar una historia para una de sus clases. Eligió contar, a modo de crónica, cómo había sido el encuentro sexual con Montero. El consejero y el director de su escuela advirtieron que ese texto podía ser indicio de un abuso. Rápidamente, contactaron a los padres de la víctima.
Es preciso aclarar que el menor no asistía al mismo instituto en el que Montero daba clases. De ser así, probablemente el maestro no hubiera “elegido” a ese víctima para tener su encuentro sexual.
La acusación
Los centros educativos en los que daba clases rápidamente cesantearon a Montero. El maestro fue detenido y ahora enfrenta cargos de agresión sexual, comunicación obscena para seducir a un menor, entre otros delitos que se le imputan.
Un detalle que hace aún más escabroso el caso. La noche del encuentro, antes de recoger a su víctima por la casa de un familiar, Montero estaba dándole clases a otro adolescente, un estudiante de la secundaría.
Montero era un destacado maestro de química. Durante años mantuvo una estrecha cercanía con adolescentes. La policía y la Justicia quieren saber si hubo otras víctimas.
Se sabe, los casos de abuso suelen quedar ocultos por las amenazas y las manipulaciones de los victimarios. En este caso, los indicios están a la vista: Montero representaba una figura de autoridad para todos esos chicos que, hasta hace muy poco tiempo, eran sus alumnos.
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