La Comisión Nacional Sanitaria de China informó este sábado 14 de enero, que la cifra oficial de fallecimientos relacionados al virus del Covid-19 entre el 8 de diciembre del 2022 y el 12 de enero de 2023, estuvo cerca de los 60.000 muertes, según BBC.
Según informa CNN, cerca de 60.000 personas han muerto por Covid-19 en China desde que el país abandonó abruptamente su estricta política de “cero Covid” a principios de diciembre, dijo el sábado un funcionario médico de la Comisión Nacional de Salud (NHC) en una conferencia de prensa desde Beijing.
El organismo puntualizó en decir que el día 5 de enero, tres semanas después de relajar las medidas sanitarias, los casos graves de la enfermedad alcanzaron su pico más alto con una cifra de 128.000 contagios.
Según funcionarios del organismo, la edad media de los fallecidos registrados en centros médicos fue de 80,3 años de edad. Asimismo, que el 90,1 % de los fallecidos tenían más de 65 años, y más del 90% sufrían enfermedades subyacentes, según la Comisión, de acuerdo con AP News.
Este anuncio se emite tras la declaración del director de la Organización Mundial de la Salud – OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien manifestó la semana pasada la falta de transparencia de los organismos chinos, al no dar de manera clara y concisa la cifra de muertes por Covid durante este brote. El establecimiento indicó que este proceder dificultaba el poder determinar el verdadero alcance de la enfermedad a nivel del país e incluso a nivel mundial.
De hecho, Adhanom, exigió al gobierno de Xi Jinping un “desglose cronológico más detallado de los datos”, solicitando que la información sea segmentada “por provincia” para así tener más claridad de las cifras de covid en el país, e igualmente insto a las autoridades chinas a suministrar los datos de la enfermedad de manera más frecuente, informó Unric.org.
En respuesta al máximo organismo sanitario, según informa el diario colombiano El Tiempo, China defiende que ha compartido sus datos “de forma abierta, puntual y transparente” desde el inicio de la pandemia, y ha pedido a la comunidad internacional que evite “politizar la pandemia” a raíz de las restricciones impuestas a los viajeros procedentes del país asiático, como la exigencia de algunos países de presentar pruebas PCR antes de viajar.
De igual manera, dijo El Espectador, que el miércoles, las autoridades sanitarias chinas habían considerado que “no era necesario” centrarse en el número exacto de muertes relacionadas con el virus.
“La principal tarea durante la pandemia es tratar a los pacientes”, afirmó el epidemiólogo Liang Wannian. El funcionario también argumentó que no había consenso internacional sobre cómo clasificar una muerte relacionada con covid. Si “no se puede llegar a un consenso, cada país hará una clasificación según su propia situación”, dijo Wannian.
En el comunicado de la Organización Mundial de la Salud – OMS se lee:
Hoy temprano, el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, habló con el ministro Ma Xiaowei, director de la Comisión Nacional de Salud de China, sobre la situación de la COVID-19 en el país. La OMS agradece esta reunión, así como la publicación de información sobre la situación general.
Los funcionarios chinos brindaron información a la OMS y en una conferencia de prensa sobre una variedad de temas, que incluyen clínicas ambulatorias, hospitalizaciones, pacientes que requieren tratamiento de emergencia y cuidados intensivos, y muertes hospitalarias relacionadas con la infección por COVID-19.
La OMS está analizando esta información, que abarca desde principios de diciembre de 2022 hasta el 12 de enero de 2023, y permite comprender mejor la situación epidemiológica y el impacto de esta ola en China. La OMS solicitó que este tipo de información detallada se siga compartiendo con nosotros y el público. La OMS destaca los esfuerzos de las autoridades chinas para ampliar la atención clínica de su población en todos los niveles, incluidos los cuidados intensivos.
La epidemiología general, que refleja una ola rápida e intensa de la enfermedad causada por subvariantes conocidas de Omicron con un mayor impacto clínico en las personas mayores y aquellas con afecciones subyacentes, es similar a las oleadas de infección experimentadas por otros países, al igual que la mayor presión sobre servicios de salud. Los datos informados indican una disminución en el número de casos, hospitalizaciones y aquellos que requieren cuidados críticos. La OMS ha solicitado un desglose más detallado de los datos por provincia a lo largo del tiempo.
Si bien el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades informó anteriormente que los sublinajes BA.5.2 y BF.7 de Omicron están circulando actualmente, la OMS continúa solicitando que se compartan más secuencias con bases de datos de acceso abierto como GISAID para análisis filogenéticos más profundos y para continuar colaboración con grupos técnicos que trabajan en la evolución del virus, la atención clínica y más allá.
La OMS continuará trabajando con China, brindando asesoramiento técnico y apoyo, y participando en el análisis de la situación. En la llamada de hoy, el Dr. Tedros también reiteró la importancia de una mayor cooperación y transparencia de China para comprender los orígenes de la pandemia de COVID-19 y llevar a cabo las recomendaciones detalladas en el informe del Grupo Asesor Estratégico para los Orígenes de Nuevos Patógenos.
China desesperada por falta de medicamentos
De acuerdo con AS, la explosión de la COVID en China ha confirmado todos los temores: el país no tiene la infraestructura suficiente para tratar a todos los enfermos, tampoco los medicamentos necesarios para combatir el virus a gran escala.
“Las vacunas chinas no funcionan, están tratando de mejorarlas, pero no quieren vacunas occidentales. No quieren medicina estadounidense. Y aunque quisieran hay otro problema, y es que ningún fabricante en el mundo mundial sería capaz de producir miles de millones de dosis multiplicado por dos o por tres. Es imposible”, explicaba hace unas semanas a este diario Frédéric Mertens, experto en Relaciones Internacionales, según AS.
Ante la crisis del covid en estas últimas semanas, los ciudadanos chinos están acudiendo al mercado negro para poder obtener medicamentos para contrarrestar el covid. Los chinos están adquiriendo el genérico del Paxlovid y del Monulpiravir a través de importaciones ilegales desde la India, y en otras ocasiones pueden hacerse al fármaco original pero a precios exorbitantes de hasta ocho veces su valor comercial, informó CNN.
Finalmente, dice AS que el domingo pasado, el Gobierno anunció que no había llegado a un acuerdo con Pfizer para subvencionar Paxlovid e incluirlo en su plan de seguro nacional, lo que enfurecería aún más a la población: el medicamento estadounidense podría estar disponible a partir de abril, pero solo para quienes puedan pagarse el tratamiento, cuyo coste es de unos 1.900 yuanes (281 dólares).
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