Cada vez se van conociendo más sobre las complicaciones que trae consigo el COVID-19. Lo que al principio se creía que solo afectaba el sistema respiratorio, ya que sus síntomas más comunes se centraban ahí. Pero ahora, con intensos estudios, se ha confirmado que en ciertos pacientes se ven involucrados otros órganos y músculos del cuerpo, como es el caso del corazón.
A medida que va transcurriendo el tiempo se ha ido descubriendo que el corazón sufre mucho con el contagio del SARS-CoV-2, entre otras, arritmias, inflamación, fallas cardiacas y también se puede llegar hasta un paro cardíaco, llevando incluso a la muerte, según lo dio a conocer Infobae.
“La inflamación del corazón, llamada miocarditis, es una complicación potencialmente letal, y se han publicado múltiples reportes de casos. Actualmente se desconoce el mecanismo exacto, pero recientes hallazgos sugieren que parece ser el resultado de la infección directa del virus que ataca el corazón, o posiblemente como consecuencia de la inflamación desencadenada por la respuesta inmune excesivamente agresiva del cuerpo”, dijo la médica cardióloga Lucrecia Maria Burgos (MN 148.752), quien subrayó que: “hay reportes de hallazgos directos de partículas del virus en el corazón a partir de estudio de biopsias cardíacas y autopsias”.
“Fuera de los reportes de casos publicados, se desconoce la incidencia exacta de afectación del miocardio o miocarditis entre los pacientes hospitalizados con COVID-19. Sin embargo, varios estudios han informado lesiones cardíacas entre pacientes hospitalizados con COVID-19”, afirmó la especialista del ICBA Instituto Cardiovascular.
Mirta Diez (MN 68.240), jefa del servicio de insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar y trasplante cardíaco del ICBA Instituto Cardiovascular puntualizó: “cualquier secuela cardíaca que persista semanas o meses después de la infección es claramente preocupante, y se está viendo más evidencia de ello”.
“Un estudio evaluó con resonancia magnética cardiaca a 100 pacientes recientemente infectados por COVID-19, la mayoría de los pacientes se recuperaron en casa y la gravedad de la enfermedad aguda COVID-19 varió de asintomática a síntomas leves a moderados”, indicó la directora, quien reforzó diciendo: “un aumento muy significativo en la incidencia de Síndrome del corazón roto o Takotsubo, alcanzando el 7,8% en comparación con la incidencia prepandemia del 1,7%”.
La especialista Diez también enfatizó: “Esta enfermedad presenta síntomas similares a los de un ataque cardíaco, como dolor en pecho y dificultad para respirar. Pero habitualmente es transitorio, y no afecta a las arterias coronarias como un infarto, sino al músculo cardíaco. El COVID-19 ha provocado múltiples niveles de estrés en la vida de las personas en todo el mundo, a nivel emocional, exacerbado por el aislamiento prolongado y las historias trágicas que involucran a familiares, sumado en Argentina la situación socioeconómica actual. Todos estos representan posibles desencadenantes de esta enfermedad”.
Mario Boskis (MN 74002) investigador clínico y experto en la prevención y tratamiento de las enfermedades cardíacas indicó que: “Ahora también es momento de empezar a concientizar sobre los chequeos necesarios en aquellos pacientes que superaron esta enfermedad”, además resaltó: “desde que comenzó la pandemia han surgido cada vez más publicaciones en revistas científicas que alertan acerca de la posibilidad de complicaciones cardiacas en pacientes afectados por el coronavirus”.
“Este cuadro puede darse más frecuentemente en la tercera etapa de la enfermedad, llamada de ‘hiperinflamación’, con la posibilidad de llevar al enfermo a una Insuficiencia cardiaca y también a la agresión viral de otros órganos, como el riñón, hígado o sistema nervioso central”, puntualizó Boskis.