Han pasado ya más de dos años desde que comenzó la pandemia del COVID-19, y a medida que los contagios severos y muertes siguen disminuyendo considerablemente en todo el mundo, en lo que muchos esperan sea una señal de que los peores momentos están por terminar, médicos y científicos siguen analizando los efectos y secuelas que el virus deja entre aquellos pacientes que se recuperan del coronavirus.
Y esta vez, a la lista de secuelas considerables ya descubiertas, que incluyen fatiga permanente, dolores en articulaciones, sarpullidos, problemas para concentrarse y hasta pérdida del cabello, se suman daños cerebrales, como lo reveló un estudio publicado en la revista Nature.
Así lo reveló Bloomberg noticias, que analizó los datos hallados en el estudio, que dejan ver con preocupación que incluso casos leves de COVID, pueden desencadenar cambios en el cerebro, afectando el pensamiento y otras funciones mentales.
El reporte fue más allá y dejó ver que los padecimientos de COVID pudieran llegar a generar afecciones cerebrales que afectan el olfato meses después de la infección, y peor todavía, hasta puede ocurrir “una reducción de tamaño equivalente a una década de envejecimiento normal”.
De acuerdo al New York Times, el estudio de la revista Nature presentó imágenes cerebrales tomadas a los pacientes analizados, entre 51 y 81 años, antes y después de tener COVID, y en ellas se aprecia pérdida de materia gris y daños en los tejidos.
Los hallazgos del estudio advierten sin embargo que se necesita profundizar más en este tipo de investigaciones sobre los efectos del COVID en el sistema nervioso central.
De acuerdo a la revista Nature, que señaló que el estudio fue adelantado por Centro Wellcome de Neuroimagen Integrativa de la Universidad de Oxford, entre 785 participantes, “existe una fuerte evidencia de anomalías relacionadas con el cerebro por el COVID-19. Sin embargo, aún se desconoce si el impacto de la infección por SARS-CoV-2 se puede detectar en casos más leves y si esto puede revelar posibles mecanismos que contribuyen a la patología cerebral”.
Citado por Bloomberg, Avindra Nath, director clínico del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE.UU., que no participó en la investigación, mencionó que el estudio específico deja sobre la mesa hallazgos sobre los que hay que seguir averiguando.
“Es un estudio muy novedoso con datos concluyentes”, dijo el experto. “Los hallazgos son muy intrigantes, con implicaciones importantes para la población en general”.