Esta semana, durante una visita del presidente de Francia, Emmanuel Macron al sureste del país, recibió una bofetada en la cara por parte de un hombre que se hallaba entre el público, al que el mandatario quiso saludar.
El incidente ocurrió en el departamento de Drôme, dentro de una mini-gira hecha por el líder francés, en la que pretendía “tomar el pulso” de los ciudadanos tras dejar atrás lo peor de la crisis sanitaria, en el mismo mes de las elecciones regionales, el 20 y el 27 de junio próximo.
Como es tradicional del presidente Macron, dirigirse a su público para darle un apretón de manos e intercambiar algunas palabras, en este día no fue la excepción. Sin embargo, un hombre ubicado detrás de la valla separadora, y que parecía estar calmado, de repente mientras dirigía un saludo al ejecutivo con su mano izquierda, articuló su mano derecha contra el rostro del presidente Macron, propinándole una gran bofetada, la cual quedó captada por las cámaras.
El momento de la agresión, se hizo viral a través de Twitter, y en los detalles del evento se capta el grito del agresor de ¡abajo el macronismo!, mientras fuerzas de seguridad retiran al mandatario de la escena.
En la Asamblea Nacional, el primer ministro, Jean Castex, que vio en el acto un ataque generalizado a “toda la democracia”, defendió que la democracia es “debate, diálogo, confrontación”, pero “en ningún caso puede ser violencia, agresión verbal y mucho menos agresión física”, según La Vanguardia.
Por su parte, del lado opositor, la presidenta de la ultraderechista Agrupación Nacional, Marine Le Pen, escribió en Twitter que “el debate democrático puede ser duro”, pero “no debe tolerar en ningún caso la violencia física”.
“Es inadmisible atacar físicamente al presidente de la República, a responsables políticos, pero más aún al presidente”, declaró en declaraciones citadas por Blu Radio.
En esa misma red, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon escribió: “¿Empezáis a entender esta vez que la violencia pasa al acto? Me solidarizo con el presidente”.
“La brutalización del debate político amenaza la democracia. Es hora de recuperar un diálogo calmo entre franceses y reconstruir vínculos. Todo mi apoyo a Emmanuel Macron”, indicó por su parte el líder del partido ecologista, Yannick Jadot.
¿Quién es el agresor?
De acuerdo a El Periodico, este enuncia que los medios de comunicación franceses ya han puesto nombre al individuo que protagonizó la insólita escena: Damien T.
En las redes sociales, las mismas que sirvieron para difundir las imágenes de la agresión, Damien T. no escondía su interés por “personalidades de la ‘fachosfera’”, señala France Info. En la plataforma YouTube, el joven está abonado a las cuentas de varios influencers de extrema derecha, incluido el expresidente del Frente Nacional de la Juventud, Julien Rochedy, y el grupo “Équipe Communautaire Paris”, afiliado a la red “Les Braves” [“Los Bravos”] capitaneada por el supremacista blanco Daniel Conversano.
Agrega este diario que de hecho el joven sería un apasionado de la Edad Media y adepto a los combates medievales con espada, ocupando la presidencia de una asociación de artes marciales históricas europeas en Saint-Vallier, en el departamento de Drôme. Durante el registro de su domicilio, la policía habría encontrado armas ficticias, una bandera soviética y libros de juegos de rol y de simulación de combates, indica el diario ‘Le Parisien’.
También, se encuentra implicado en el hecho a Arthur C., de quien se presume fuera quien grabara la agresión al líder galo. De esta persona se sabe que comparte los mismos gustos y aficiones de Damien.
Según fuentes policiales evocadas por BFMTV, las fuerzas del orden han encontrado “armas” en su domicilio, entre ellas una carabina en regla, y también un ejemplar del ‘Mein Kampf’ [‘Mi Lucha’], el primer manifiesto escrito por Adolf Hitler.
Se sabe por medios locales que tras ocurrido el incidente estas dos personas, ambos de 28 años, fueron arrestadas y podrían estar enfrentándose a una pena de tres años de cárcel y a 45.000 euros de multa.
En referencia a lo acontecido, el presidente Macron dijo que esta agresión es un hecho “aislado” cometido por individuos “ultraviolentos”.
“No quisiera que individuos aislados o gente que cae en el extremismo, consigan borrar de alguna manera todo lo conseguido”. Macron al diario Le Dauphine, citado por El Mundo.
Entretanto, el director del Observatorio de Opinión de la Fundación Jean Jaurès, Antoine Bristielle, declaró, según La Vanguardia, que “hoy existe un clima de tensión extremadamente importante en la sociedad y una gran dificultad de diálogo entre los distintos partidos”.
Bristielle señaló que las encuestas muestran unas cotas de popularidad altas para Macron, pero, al mismo tiempo, quienes lo rechazan aseguran que les despierta sentimientos extremos como “odio”, “rabia”. “Hay un rechazo visceral en una parte importante de la sociedad”, añadió.
Según el politólogo, estos elementos de radicalización provienen de la sociedad civil, pero también de los políticos y de los medios de comunicación que comparten posiciones “cada vez más duras”.
Finalmente, el sociólogo Erwan Lecoeur consideró en la cadena BFM TV que la agresión es una muestra “de la cultura del enfrentamiento en redes sociales”.