El huracán Ida tocó tierra este domingo en Luisiana, Estados Unidos, con una intensidad de categoría cuatro. Con vientos sostenidos que alcanzaron los 240 kilómetros por hora, Ida se convirtió en una de las tormentas más fuertes de la historia que azotaron el sur del país norteamericano.
Triste paradoja: un 29 de agosto, pero de 2005, el recordado huracán Katrina tocaba tierra en las costas de Nueva Orleans. Ida llegó el mismo día que su funesto predecesor.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) calificó al huracán como “extremadamente peligroso”. Tocó tierra el domingo en horas de la tarde en la zona de Port Fourchon, Luisiana.
La escala de Saffir-Simpson es la que me mide las intensidades de los huracanes. Ida encuadró dentro de la categoría cuatro. El dato indica que sus vientos son capaces de causar severos daños edilicios y asimismo derribar árboles en la vía pública.
Ida tocó tierra una segunda vez horas después cerca de Galliano, Luisiana. Según los expertos el huracán se produce por un rebasamiento de las aguas oceánicas en Grand Isle.
John Bel Edwards, gobernador de Luisiana, alertó a la población al indicar que esta se trata de una de las peores tormentas que ha visto en su vida.
Ida perdió velocidad al tocar tierra
Tal como lo reveló un informe de la BBC, los vientos huracanados de la tormenta Ida se ralentizaron una vez que tocaron tierra y avanzaron hacia el interior del sur de los Estados Unidos.
Con vientos sostenidos de 153 kilómetros por hora, Ida ya había cambiado su categoría en la mañana de este lunes: de 4 pasó a 1. Aunque a priori, observando los números, pueda sugerir un mejoramiento de la situación, las velocidad de los huracanes son bien cambiantes e incluso la categoría 1 es capaz de generar daños a la vida de las personas y también materiales.
“Cuando esto ocurre, la tormenta genera una devastación mucho mayor, dado que los vientos y las lluvias azotan una región en particular por un tiempo más prolongado”, alertó la BBC.
La crisis del coronavirus agrava el impacto de Ida
La crisis sanitaria del coronavirus generó una ocupación extrema de camas de terapia intensiva y así se ve disminuida la capacidad para recibir a los heridos por Ida en algunas ciudades del sur de los Estados Unidos.
Nueva Orleans es uno de estos casos. Esa ciudad de Luisiana aguarda afrontar el huracán con una ocupación casi completa de las camas de UCI.
“No es la tormenta que recibimos generalmente. Esta es mucho más fuerte que las que vemos usualmente y, sinceramente, si uno tuviera que dibujar la peor trayectoria posible de un huracán en Luisiana, sería muy similar a lo que estamos viendo”, dijo John Bel Edwards, gobernador de Luisiana, en diálogo con la agencia de noticias The Associated Press.
Además de los hospitales, los centros de evacuados también se presentan como un foco de infección del coronavirus.
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