En un hecho que tiene conmovida a la comunidad del condado de Bucks, en el estado de Pensilvania, una madre que estaba a punto de ser desalojada de su casa, atacó a sus dos niños, tras dispararles en la cabeza, mientras estaban durmiendo. La policía descubrió a los pequeños con heridas, todavía con vida, pero se espera que no sobrevivan, pues están conectados a un respirador artificial.
Así lo dio a conocer el noticiero de televisión ABC Philadelphia, donde se reportó que los dos menores, de 9 y 13 años, recibieron los disparos por parte de su mamá, el lunes en horas de la mañana.
El citado noticiero aseguró que luego de cometer el crimen, en el 100 de Timber Ridge Road, la mujer intentó dispararle a un vecino de 22 años,sobrino de su esposo, pero el arma no se le accionó.
Tras el arribo de la policía al lugar de la escena, tardaron un par de horas para arrestar a la mujer.
La madre fue identificada como Trinh T. Nguyen, de 38 años, y fue detenida por la policía en la Iglesia Metodista Unida de Washington Crossing, en el 1800 de Wrightstown Road, en Washington Crossing.
Tras conocerse el caso, el fiscal del condado de Bucks, Matt Weintraub, dijo que las autoridades fueron enviadas desde las 7:05 a.m. a la casa de Timber Ridge Road.
“Trinh Nguyen le entregó una caja de fotos fuera de la residencia y le pidió que le diera la caja a su exmarido con quien trabajaba. Cuando (él) se dio la vuelta para mirar a Nguyen, vio a Nguyen apuntándole con un revólver negro a la cara. Luego, Nguyen apretó el gatillo dos veces, pero por la gracia de Dios, el arma no disparó”, dijo Weintraub.
Tras ser desarmada por el vecino, la mujer escapó del lugar en una minivan blanca, y antes del medio día la policía pudo dar con su paradero y arrestarla.
Tras la captura, la mujer fue trasladada al Centro Médico St. Mary, donde fue tratada por presentar drogas en su organismo.
El periódico El Diario NY, aseguró además que la mujer estaba programada para sufrir el desalojo al día siguiente, tras tener una deuda de rentas atrasadas de más de $11,000 dólares.
Hasta el momento las autoridades todavía no han logrado establecer a ciencia cierta el móvil que llevó a la mujer a acabar con la vida de sus niños, quienes donarán sus órganos.