Murió Peter Sutcliffe, el máximo femicida serial de la historia criminal de Inglaterra. Cometió 13 asesinatos de mujeres en la década del 70 y pasó a la historia con el triste apodo de “El destripador de Yorkshire”.
La noticia fue confirmada por el Servicio Nacional de Prisiones de Inglaterra. Sutcliffe, de 74 años, tenía coronavirus y se había negado a recibir la atención médica del servicio carcelario británico.
Entre 1975 y 1980, Peter Sutcliffe protagonizó una serie de asesinatos de los más brutales de la historia policial de Inglaterra. Mató y mutiló a trece mujeres e hirió a otras siete que sobrevivieron a sus ataques. Scotland Yard sospecha que los crímenes cometidos por “El destripador de Yorkshire” fueron muchos más. Según declaró en su momento ante la Justicia, todas sus víctimas eran prostitutas, lo cual se comprobó que no era cierto. La menor de las mujeres asesinadas tenía 16 años.
Sutcliffe cumplía una condena por 20 cadenas perpetuas en la prisión británica de Frankland, en el condado de Durham, adonde había sido traslado en 2016 tras pasar 30 años internado en el Hospital Broadmoor. Se contagió de COVID-19 en la cárcel y no quiso recibir tratamiento contra la enfermedad. Murió solo y aislado en su celda.
Los crímenes de Peter Sutcliffe
Peter Sutcliffe padecía esquizofrenia, tal como lo confirmó la cadena televisiva británica Sky News. Esta enfermedad mental es clave para comprender su conducta criminal. Cuando era joven y trabajaba como sepulturero del cementerio de Bingley, su ciudad natal, ubicada a 200 millas de Londres, comenzó a escuchar voces de los muertos.
Tiempo después de esa primera experiencia esquizofrénica, Sutcliffe protagonizó un altercado con una prostituta que lo injurió en una taberna. Impulsado por esas voces que creía escuchar, se convenció de que su misión era asesinar a todas las prostitutas, a las que consideraba responsables de los males de la sociedad.
Para llevar a cabo sus crímenes, “El destripador de Yorkshire” se valía de una serie de instrumentos variados como sierras, martillos y cuchillos, siendo los destornilladores sus armas preferidas. Mutilaba a sus víctimas, les cortaba los genitales. En una de las autopsias, los forenses contabilizaron 52 puñaladas propinadas con la punta de un destornillador.
Cómo atraparon a Peter Sutcliffe
Peter Sutcliffe confesó sus crímenes en 1981, cuando la policía lo llevó detenido por portación de matrícula falsa del automóvil que conducía. Al momento de su detención se hallaba con la prostituta Olivia Reivers, su última sobreviviente.
Cabe recordar que al momento de la detención de Peter, la policía inglesa había superado las 130 mil horas de entrevista y allanado 23 mil casas. La inoperancia de las fuerzas de seguridad expandía el horror y la fascinación del público. Los medios ya habían bautizado al criminal como “El destripador de Yorkshire”.
En el juicio, Sutcliffe exhibió serios problemas mentales al alegar que los crímenes formaban parte de una misión que Dios le había legado. En el automóvil del femicida fue hallado gran parte del arsenal con el que se habían cometido los crímenes.
Luego de ser condenado a prisión perpetua, Peter Sutcliffe fue diagnosticado con esquizofrenia. Lo encerraron durante 30 años en el Hospital Broadmoor.
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