Autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, informaron que tras 15 largas horas de búsqueda, una familia de cuatro migrantes colombianos, entre ellos un menor de edad, y un ciudadano del Perú, fueron ubicados en zona rocosa de La Rumorosa, en inmediaciones del Desierto de Sonora en baja California.
El reporte de la desaparición de los cinco migrantes se había dado por parte de uno de ellos, quien llamó al número de emergencia del 911 para pedir ayuda, activándose de inmediato los protocolos de búsqueda por parte de los agentes del Grupo Beta de Tijuana y de Tecate del INM, según The San Diego Tribune.
El informe oficial, cita que la persona que hizo la llamada de emergencia, indicó que el coyote los abandonó a su suerte en la frontera, sin agua, alimentos y bajo la inclemencia del sol que golpea fuertemente en estos días.
El registro de la llamada indica que ese 18 de julio, a las 11:00 a.m. el Centro de Comando, Control, comunicaciones y computo (C-4), recibió la señal de alerta desde un punto ubicado en la parte norte del parque Eólico Sierra Juárez, iniciándose la búsqueda de inmediato, pero sin resultado alguno.
De acuerdo con Aristegui Noticias, posteriormente, con apoyo de personal y unidades motoras de la Dirección de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal se amplió la búsqueda entre el Aéreo 1 y el Aéreo 105 del parque Eólico, en este último punto, hacia las 16:00 horas, se logró tener nuevamente comunicación telefónica, según el Gobierno de México.
Una persona extranjera mencionó que acababan de pasar por la torre eólica con el número 52, elementos de Grupo Beta y de Seguridad Ciudadana habían estado ahí minutos antes. Se le pidió regresar al punto 52, no moverse y estar atento al sonido de las sirenas de la patrulla.
Con binoculares y a pie tierra ubicaron -a las 16:40 horas- en la zona rocosa a los dos primeros migrantes (de 20 y 26 años), quienes comentaron ser de Colombia y estar extraviados desde una noche antes, cuando su “guía” los abandonó, por lo que decidieron salir y caminar para encontrar señal que les permitiera solicitar ayuda vía celular.
Tras asistirlos con hidratación y suero, la búsqueda de los demás migrantes continuó con la colaboración de uno de ellos, quien resultó ser el compañero de una mujer de 22 años y padre del niño reportado entre los migrantes abandonados, según el Gobierno de México.
El hombre refirió que su hijo había comenzado a presentar signos de deshidratación, tras el descenso por áreas de difícil acceso los encontraron a las 20:30 horas, en medio de un cañón con grandes rocas de la zona montañosa.
De esa manera comenzó el descenso por áreas de difícil acceso hasta ubicar, a las 20:30 horas y en medio de un cañón con grandes rocas de la zona montañosa, a su familia, así como un muchacho de 30 años originario de Perú quien sentado sobre una amplia piedra agradeció -entre lágrimas- haber sido rescatado pues ya no contaban agua ni alimento, según Proceso.
Después de 40 minutos -y ya en mejores condiciones- inició el ascenso y extracción de este grupo de personas migrantes. A las 02:30 horas del 19 de julio ya se encontraban en la base del Aéreo 52, desde donde fueron trasladados a un albergue de la ciudad de Tijuana, Baja California. Todo el rescate de los ciudadanos, quedo registrado en un video que ahora es difundido por los distintos medios de comunicación y por diferentes portales sociales.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración (INM) publicó en su cuenta de Twitter las imágenes del rescate junto a un comunicado de prensa.
Tras 15 horas de búsqueda en la zona montañosa de La Rumorosa, elementos de Grupo Beta de Tijuana y de Tecate del Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California localizaron y auxiliaron a cinco personas migrantes de nacionalidad peruana y colombiana, entre ellos un menor de edad enfermo.
Poco antes de las 11:00 horas del 18 de julio pasado, el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C-4) de la entidad reportó su extravío y en un contacto inicial -vía telefónica- con una de las personas migrantes se recorrió la parte norte del parque Eólico Sierra Juárez, sin resultados favorables.
Posteriormente, con apoyo de personal y unidades motoras de la Dirección de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal se amplió la búsqueda entre el Aéreo 1 y el Aéreo 105 del parque Eólico; en este último punto, hacia las 16:00 horas, se logró tener nuevamente comunicación telefónica.
Una persona extranjera mencionó que acababan de pasar por la torre eólica con el número 52; elementos de Grupo Beta y de Seguridad Ciudadana habían estado ahí minutos antes. Se le pidió regresar al punto 52, no moverse y estar atento al sonido de las sirenas de la patrulla.
Con binoculares y a pie tierra ubicaron -a las 16:40 horas- en la zona rocosa a los dos primeros migrantes (de 20 y 26 años), quienes comentaron ser de Colombia y estar extraviados desde una noche antes, cuando su “guía” los abandonó, por lo que decidieron salir y caminar para encontrar señal que les permitiera solicitar ayuda vía celular.
Inmediatamente se les hidrató con agua y suero vida oral para luego continuar con la búsqueda; en compañía de uno de ellos, que era el padre de la familia extraviada (una mujer de 22 años y un niño de 4 años) comentó que su hijo menor de edad había comenzado a presentar signos de deshidratación.
De esa manera comenzó el descenso por áreas de difícil acceso hasta ubicar, a las 20:30 horas y en medio de un cañón con grandes rocas de la zona montañosa, a su familia, así como un muchacho de 30 años originario de Perú quien sentado sobre una amplia piedra agradeció -entre lágrimas- haber sido rescatado; ya no contaban agua ni alimento.
Después de 40 minutos -y ya en mejores condiciones- inició el ascenso y extracción de este grupo de personas migrantes. A las 02:30 horas del 19 de julio ya se encontraban en la base del Aéreo 52, desde donde fueron trasladados a un albergue de la ciudad de Tijuana, Baja California.
Testimonio de la madre colombiana
La migrante colombiana, identificada como Laura, y quien viajaba con su pareja, y su pequeño hijo, narró la espantosa experiencia que tuvieron que pasar buscando seguridad y el tan anhelado “sueño americano”.
Según San Diego Tribune, ella dijo que “nos bajan en una camioneta y empezamos a caminar y caminar y solo nos decía el guía, nos faltan 30 (minutos) y otros 30 más, hasta que se nos dieron más de seis horas caminando, ahí es donde empezamos a bajar piedras muy grandes. Él nos dice ahí donde ven esa zona verde es la frontera y nos vamos, el guía se adelantó con su hijo y dijo que iba a buscar agua, en el momento que nosotros llegamos empezamos a gritar su nombre y nos damos cuenta que nos han dejado abandonados con nuestro niño y empezamos a pedir socorro y afortunadamente ellos respondieron rápidamente”, comentó Laura.
Según narró la migrante, ellos pagaron cada uno mil dólares al guía que los recibió a su llegada al aeropuerto de la ciudad de Tijuana “… (lo contactamos) desde Colombia, teníamos un compadre y él sabía de las amenazas que teníamos en Colombia nos estaban amenazando con la vida de nuestro hijo […] él nos dice que tiene a alguien que nos puede ayudar a cruzar a Estados unidos y nos da el contacto […] llegamos hasta Tijuana y ahí nos encontramos con sus trabajadores, le pagamos en el momento que llegamos”, dijo la mujer, de acuerdo con Caracol Noticias.
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